Las creaciones disruptivas de Paco Rabanne sirvieron como inspiración para el vestuario de la película Barbarella, protagonizada por Jane Fonda.
La escena es tan absurda como cautivadora. Dos mujeres escapan de la lava abrazadas a un ángel. Una de ellas –presentada minutos antes como la Reina Negra de Sogo (Anita Pallenberg)– viste discretamente considerando el ambiente sexual que la rodea. La otra, radiante con su melena rubia, utiliza un traje metálico verde ceñido al cuerpo de su intérprete: la actriz estadounidense Jane Fonda. Así, tras vencer al doctor Durand-Durand (Milo O’Shea), la aventurera espacial Barbarella –personaje titular de la película de Roger Vadim basada en el cómic de Jean-Claude Forest– logra salvar al Universo mientras porta una creación exclusiva de Paco Rabanne.
Aunque el icónico traje verde usado por Fonda es la única pieza diseñada por Rabanne que se utilizó en la cinta de 1968, el estilo del fallecido costurero vasco es particularmente relevante en la historia y apariencia del personaje cinematográfico. De hecho, la heroína podría no haber encantado a millones de no ser por la inspiración que Rabanne dio a los encargados del diseño de vestuario de una de las películas más extrañas y memorables de la ciencia ficción de los sesenta.
Cómo Paco Rabanne inspiró a la heroína de ciencia ficción Barbarella
El camino que el cómic Barbarella recorrió para llegar a la pantalla grande estuvo lleno de momentos interesantes. Como aquel en el que Brigitte Bardot rechazó el papel protagónico por considerarlo ultrasexualizado o cuando el mimo Marcel Marceau olvidaba sus líneas en el rodaje debido a su poca experiencia hablando frente a las cámaras. Sin embargo, ninguno fue tan relevante en la película como cuando el diseñador francés Jacques Fonteray señaló que el vestuario debía imitar el trabajo disruptivo que el vasco Paco Rabanne había popularizado en las pasarelas años antes.
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Como afirma la especialista Elizabeth Castaldo Lundén de la Universidad de Estocolmo en su documento ‘Barbarella’s wardrobe: Exploring Jacques Fonteray’s intergalactic runway’, el equipo detrás de la película estaba convencido de que integrar elementos contemporáneos de la cultura de los sesenta –arte, arquitectura y moda– permitiría que el esplendor satírico del filme fuera permeado por el espíritu de la época.
A la par de la preproducción de Barbarella, los medios europeos recogieron el éxito que Paco Rabanne había cosechado con su colección ‘Manifesto: 12 unwearable dresses in contemporary materials’ donde utilizó materiales como el metal, plástico y papel en la concepción de sus piezas extravagantes. Sin ser precisamente futurista, Rabanne había creado algo único que se sentía adelantado a su tiempo. Algo como lo que los responsables de Barbarella estaban buscado para plasmar en celuloide.
El vestuario como un arma
Cuando Jane Fonda entró al set de Barbarella lo hizo enfundada en vestuarios atrevidos que reunían lo que Jean-Claude Forest imaginó en papel con elementos que lo mismo mezclaban elementos medievales y orientales con materiales metálicos popularizados por Rabanne. En efecto, la actriz estadounidense parecía una viajera espacial de un futuro lejano.
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Fonteray y la Sartoria Farani no negaron la influencia que el oriundo de la comarca de San Sebastián había jugado en sus diseños. De hecho, en los créditos de la película compartieron el espacio de vestuario con un honesto: “Inspirado en las ideas de Paco Rabanne”. Pero ese no fue el único honor que concedieron al diseñador vasco.
Para las secuencias finales, el departamento de vestuario requirió una excepcional pieza en verde metálico creada por Rabanne. Fonda, que en la película usó todo tipo de vestuarios, portó tal obra de alta costura como una auténtica figura empoderada fuera de este mundo. Barbarella, al igual que Fonda y el propio Paco Rabanne se convirtieron en estrellas inmediatas. Era algo de esperar, el vestido era literalmente un arma. O al menos eso pensaba su autor: “Mis diseños son armas. Cuando te los abrochas, crees que has oído un revólver”, dijo en 1967.
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