Una danza mecánica de cámaras y pantallas dio inicio al desfile. En medio de criaturas articuladas –arácnidas y robóticas– se desplegó la colección femenina de Prada para primavera / verano 2021. Con un fondo color amarillo y un suelo acolchado como atmósfera, una a una las modelos desfilaron e intercambiaron miradas con los lentes. Con los miles de ojos que estábamos pendientes de ésta, una de las colecciones más esperadas de la temporada. Desde el minuto cero el espíritu de Raf Simons se hizo evidente y los códigos de Miuccia Prada marcaron el rumbo. De inmediato, se percibieron en pantalla cuáles serían las críticas por parte de la prensa especializada y del público; esta nueva dirección colaborativa en Prada, desde siempre estuvo dispuesta a eso: a polarizar opiniones. Vayamos por partes.
El anuncio
Era febrero de 2020 cuando Prada anunció la suma creativa de Raf Simons a la casa. Nadie, obvio, se imaginaba que esta primera colaboración se daría en este contexto; mucho, menos que se vería así. En palabras de la marca, este dúo «abre un nuevo diálogo entre diseñadores ampliamente reconocidos como dos de los más importantes e influyentes de la actualidad. Conceptualmente, también es un nuevo enfoque de la definición misma de dirección creativa para una marca de moda: un fuerte desafío a la idea de la singularidad de la autoría creativa, a la vez que un refuerzo audaz de la importancia y el poder de la creatividad en un panorama cultural cambiante». Así lo expresó Prada en un comunicado que anunció (y respaldó) el desvanecimiento del ego creativo y la llegada de una narrativa fundada en lo colectivo. Dos baluartes del mundo actual, sin duda.
¿Qué podemos entender de esta acción? Algo claro. La moda no se construye más desde los senderos del individualismo; atrás han quedado los tiempos en que la originalidad o la novedad –quimeras salvajes– se buscaban en solitario. O exclusivamente al interior de las mentes fundadoras de una marca. Y Miuccia, siempre vanguardista, supo advertirlo con naturalidad, como otras tantas cosas que su firma ha sabido hacer suyas oportunamente. Se le juzgó por esta decisión. Sí. Lo sabemos. De lejos puede parecer una determinación que busca el cobijo de una mayor resonancia en el medio. Pero, ¡vamos! La firma italiana es más inteligente que eso. Abrir las puertas a un creador como Simons va más allá del estruendo y la expectativa –que sí hubieron, claro–; genuinamente, éste parece ser un experimento artístico, capaz de nutrir y dar lecciones al sector que somos hoy.
Antecedentes
Opiniones encontradas, hubo. Por un lado, quienes siempre se lamentan de la figura de Raf en diversas firmas, evocando constantemente su paso por Dior y Calvin Klein, donde los comentarios no siempre han sido halagadores. Por otro, están quienes celebran su trabajo desde Jil Sander y le condecoran como suma autoridad del minimalismo contemporáneo; aunque el epíteto no le gusta del todo al diseñador. Y también tenemos la historia de Miuccia. Una mujer que ha sabido mantener su firma a flote, vigente, sin necesidad de unirse a ningún otro conglomerado. Siempre reinventando el lenguaje de Prada, a tal grado que personajes como Alessandro Michele y Marco de Vincenzo son considerados como herederos de su escuela. ¿Baches? Claro que ha tenido. Prada, al ser uno de los faros creativos más influyentes en la industria, no siempre ha tenido la fortuna de monetizarse con éxito. La misma casa lo ha aceptado. Pero eso jamás ha significado una derrota. Para muestra, re-planteamientos como el de hoy.
El desfile
Un paseo conceptual por la nueva realidad. Siguiendo el paso de las modelos, ojos digitales a todo alrededor. Cámaras que, en son retador frente a las mujeres en escena, recibían miradas igualmente profundas. Como dijeron Miuccia y Raf al final de su desfile, la intención siempre fue mostrar la relación entre el cuerpo humano y la máquina. El gran encuentro de este 2020.
Asimismo, un detalle fabuloso. El nombre de las modelos en cada pantalla de los dispositivos electrónicos del lugar. Un fenómeno programático que hoy es la constante para saber que ocupamos un espacio o participamos de un evento; nuestro nombre en cada sesión de Zoom, Meet u otra plataforma. “Estar” es “decirnos” y “mencionar-al-otro”. Sutil pero efectivo guiño de este nuevo Prada para dejar más en claro que la moda, actualmente, se construye con la participación de todos y de varios. Dato extra: este desfile fue el primero para todas las modelos involucradas. Otro statement de vanguardia, oportunidad y caminos sin explorar. Este Prada primavera / verano 2021 se fundamenta en una idea clásica para los dos diseñadores: el uniforme. Un concepto que norma, pero también abre la posibilidad para la subversión. Elementos clave de las dos mentes se hicieron notar: los cuellos altos de Raf y las piernas ágiles de Miuccia. Destacan tres signos clave en esta temporada: 1) abrigos sujetados alrededor del pecho –un gesto emblema de la diseñadora–, 2) la re-utilización de gráficos en el archivo la colección primavera / verano ’96 y 3) los estampados de un antiguo colaborador: Peter de Potter. Rasgos que arrojan un claro mensaje de identidad, estilo y dinámicas cíclicas tanto en producción como dirección.
Vimos estructuras clásicas de ambos directores, pensadas para una sofisticación en casa y espacios privados. Polka dots desaparecidos, una mochila que parecía incrustada en el abrigo, cinturones utilitarios (muy futuristas) y logos y estructuras oversized. Todo muy a tono para dar la bienvenida a una era digital con óptica de moda; piezas clásicas con giros ultra-contemporáneos (y muy Raf) como letterings y figuras abstractas. El tejido icónico de Prada con otras fibras sintéticas, además del satín bordado y la taffeta chiné, protagonizaron el juego de texturas en pantalla, siempre interactuando con la suavidad del piso y los kitten heels en las modelos. De fondo: la música de Plastikman para transportarnos a un universo de revoluciones tecnológicas, de pensamiento y casi distópicas.
¡Estudia, estudia, estudia!
Al final del show, Raf y Miuccia ofrecieron una ronda de preguntas y respuestas con el público. Con base en dudas previamente enviadas a la marca por medio de su sitio web, ambos creativos dilucidaron el ADN de esta nueva colección. De entre todas, destacó la participación de una niña de 10 años pidiendo consejo para su anhelado futuro como diseñadora, a lo que Miuccia contestó: «¡Estudia, estudia, estudia!». Una sugerencia que jamás sobra; especialmente hoy, que tanto capital cultural y académico necesitamos en nuestro sector para conseguir sustancia y profundidad. Para sobresalir y mantener presencia. Para caminar con el mundo y no extinguirse por perseguir bellezas fútiles. Ve el desfile de Prada Primavera / Verano
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