No hay duda de que el estilo de la princesa Diana cambió cuando se divorció de Carlos, y una de las prendas que ya pudo ponerse con mayor libertad eran los trajes de baño. Bikinis fosforescentes, animal print, coloridas piezas completas y más bañadores usados por la siempre icónica Lady Di que quedaron marcados en el historial de la moda veraniega. Hoy día tenemos archivos de cómo la llamada ‘princesa del pueblo’ disfrutaba de broncear su piel bajo los rayos del sol mientras se divertía en el mar, y fueron estos trajes de baño la gran inspiración para varios modelos que aspiraban a esos regocijados diseños.
Tenemos aquí la selección de los mejores trajes de baño que usó la princesa Diana y dónde podrías encontrar algunos parecidos.
Florales
Una de las imágenes que dieron la vuelta al mundo fue a Diana en un bikini combinado con patrón de flores coloridas y fondo azul. Capturaron el momento de Lady Di vacacionando en Mallorca en 1988, y todos quisiéramos regresar a esas vibes ochenteras que capturan a cualquiera.
Animal Print
Como ícono de moda, era impensable que Diana se negara al animal print, y aunque mantuvo sus prendas del diario alejadas de este estampado, llevarlo en un traje de baño fue una apuesta digna de royal fashionist. Sigue siendo una apuesta segura para mujeres maduras.
Bicolor
Este modelo con aires noventeros y del dosmil aún permea en la cultura del traje de baño completo, donde tienes el ying y el yang en un bañador elegante y apto para mujeres de todas las edades. Piensa dos veces si lo consideras un diseño anticuado para hoy día —seguro Diana aún usaría este traje de baño.
Un icónico bikini
Diana se sumergió al mar del Caribe con un modelo color mamey brillante que se veía a la distancia, y capturó la atención (y el corazón) de muchos. Un bikini tan sencillo que no necesita de más detalles para hacerlo mejor.
Fosforescente
Diana brolló en St. Tropez con este conjunto de falda y traje de baño completo en tonos fosforescentes amarillo lima y morado en degradado, patrón que todas las mujeres seguras de sí mismas no dudarían en llevar —o por el simple hecho de experimentar.