Luego de varios meses negociándolo en una conversación que parecían no beneficiar a ambas partes del todo, Prada Group anunció el cierre definitivo de la compra de Versace, luego de 7 años con sede en Estados Unidos, la marca de la medusa regresa a Italia para formar parte de un conglomerado que parece perfilarse como la principal competencia de otros grupos como LVMH (Louis Vuitton, Dior y Fendi), Kering (Gucci, Balenciaga y Saint Laurent) o Richemont (Chloé y Cartier).
Fue a través de un comunicado oficial que Prada Group, hasta ahora conformado por Prada y Miu Miu, anunció la adquisición de Versace lo que representa un fortalecimiento a la moda italiana ya que desde 2018, Versace era propiedad de Capri Holdings, conglomerado estadounidense.
¿Qué esperar de esta nueva etapa de Versace en Prada Group?
A través del mismo comunicado, Prada Group anunció que Versace mantendrá su identidad creativa, pero se beneficiará del know-how de Prada con producciones más eficientes, mejores tiendas y distribución, así como acceso a tecnología, innovación y sustentabilidad, algo en lo que Prada ha sido experta en años recientes.
Cabe destacar que esta adhesión no significa un cambio radical en la identidad de la marca, Prada ha dejado claro que respetará su ADN creativo, aunque es probable que veamos una Versace más refinada y estructurada, sin perder su esencia sexy y maximalista con mayor interés en la innovación e implementación de materiales sustentables y formatos digitales.
Esto quiere decir que en próximas temporadas veremos Desfiles Versace más potentes, con presupuestos a la altura de Prada, nuevos conceptos de tienda, tal vez fusionando arte + moda (como hace Fondazione Prada).
Seguramente, tendrá más presencia en Asia, especialmente China y Corea del Sur y posiblemente una mayor apuesta por lo digital, experiencias inmersivas y e-commerce de lujo.