En cada lanzamiento hay detrás equipos creativos que se ingenian toda una imagen ad hoc al perfume que está por salir al mercado, es que no sólo se trata de innovar con aromas nunca antes diseñados, también deben llevar el sello de la maison que los está creando y representar, en medida de lo posible, lo que su público objetivo desea proyectar al usar ese aroma en particular.
También es cierto que el sistema de valores en la sociedad es un factor en constante cambio que los expertos y expertas en marketing deben tomar en cuenta a la hora de idear campañas publicitarias idóneas que hagan click con eso que la sociedad es —y también eso que ya no es—.
Es ahí donde algunas campañas publicitarias han sido polémicas principalmente con temas sensibles por mensajes sugerentes y aparentemente sexualizados.
Tom Ford for Men (2007)
La publicidad mostraba una botella del perfume colocada entre las piernas abiertas de una mujer desnuda, generando acusación de cosificación y explotación de la imagen femenina.
One Million de Paco Rabanne (2008)
El anuncio mostraba a un hombre chasqueando los dedos para obtener lo que deseaba, incluyendo que una mujer se desnudara, lo que fue criticado por promover estereotipos machistas y sexistas.
Lady Gaga Fame (2012)
El perfume de Lady Gaga generó polémica por su composición y promoción. Se informó que la fragancia contenía notas inspiradas en sangre y semen, y su líquido negro que se volvió invisible al aplicar fue considerado innovador, pero también controvertido.
L’Interdit de Givenchy (2018)
La campaña de este perfume fue objeto de debate por invitar a transgredir límites y prohibiciones, lo que llevó a cuestionamientos sobre las implicaciones éticas de su mensaje publicitario.
Opium de Yves Saint Laurent (2000)
Esta campaña presentaba a la modelo Sophie Dahl desnuda en una pose sugerente, lo que provocó críticas por considerarla demasiado explícita y sexualizada.